Hoy se
conmemoran 3 años desde el fallecimiento del Rey del Pop, Michael Jackson,
quien revolucionó la escena musical en todas las maneras posibles.
Hace exactamente tres años se murió Michael Jackson, el Rey del Pop.
EL FANATISMO
POR MICHAEL JACKSON SIGUE INTACTO.
Aunque
musicalmente Michael Jackson estaba
retirado, su deceso llega en un momento en que prometía volver a impresionar
con una gira de despedida, la cual había generado una expectativa enorme y
comenzaría con una serie de recitales completamente vendidos en Londres. Lo
cierto es que nunca sabremos el resultado de esa gira y tampoco si el propio
Jackson hubiese podido con las exigencias de una presentación en vivo de más de
dos horas. A través del registro audiovisual que seguía paso a paso la
preparación de los shows, se podía ver a un Michael Jackson carente de chispa y muy disminuido física y
vocalmente.
Más allá de
los tormentos personales que lo persiguieron toda su vida, de las bizarras
apariciones y comportamientos en público. Mucho más allá de las constantes
acusaciones de pedofilia en su contra, lo que hoy se debe rescatar es a ese Michael Jackson que deslumbraba
arriba del escenario. Pasarán cientos de años antes que aparezca en la escena
musical un artista con el talento que mostró Michael Jackson desde pequeño. Sus pantalones a los tobillos,
guante y calcetines repletos de diamantes y especialmente sus movimientos, no
serán olvidados fácilmente.
Michael Jackson revolucionó
la escena musical en todas las maneras posibles, llevando las presentaciones en
vivo a un nivel desconocido anteriormente, plataformas, ramplas, pirotecnia y,
por sobre todo, coreografías espléndidas hipnotizaban a las audiencias de todo
el mundo. Por otro lado los videos musicales, el propio MTV nunca volvió a ser lo mismo
después de la irrupción de Michael
Jackson y, especialmente, después del cortometraje Thriller, el mejor video
musical de la historia.
Quizás la noche anterior al especial
para la televisión para conmemorar los 25 años del selloMotown, en 1983, Michael
Jackson repasaba por última vez sus nuevos movimientos, esos que
mostraría al día siguiente en una presentación en solitario que haría historia.
Por primera vez con su guante blanco, Jackson sube al escenario y baila su
éxito Billie Jean, realizando
en la mitad de la canción un paso que debutaba y que lo elevó a la
inmortalidad, el “Moonwalk”.
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